Si sentirse decaída, triste, y en ocasiones hasta feas, son
parte de los síntomas o características de una autoestima bajo, ¿Cómo podemos diferenciarlo
de una depresión?
¿Alguna vez te has sentido desanimada, te miras al espejo y
no sientes que seas esa silueta que se refleja, o en otras ocasiones exclamas
alegría y dejas salir esa gran mujer que hay dentro?, esto es parte del
autoestima que se define en nosotros mismos y como nos estimamos.
La psicóloga Francella Pérez explica que “podríamos definir
autoestima como la valoración que cada uno hace de uno mismo, o sea, como nos
percibimos que somos”.
Desde nuestra niñez y hasta la etapa adulta nos encontramos
en un proceso de identificación, donde se crean distintas desconfianzas y
miedos, así como fortalezas y virtudes que ayudan a plantearnos nuestras metas
y objetivos de vida.
Pero, ¿cómo podemos clasificar el autoestima?, para la
especialista “podemos encontrar distintos niveles de autoestima, clasificándola
en baja, normal y alta” además expresa que “no podríamos generalizar cuál
encontramos con mayor frecuencia en las mujeres, debido a que hay muchas
mujeres que presentan problemas de autoestima, pero de igual manera hay muchas
otras que tienen una adecuado nivel de autoestima”.
Si sentirse decaída, triste, y en ocasiones hasta feas, son
parte de los síntomas o características de una autoestima bajo, ¿Cómo podemos
diferenciarlo de una depresión?
“La depresión es un trastorno en el estado del ánimo, el
cual se diagnostica a partir de una serie de criterios, este trastorno presenta
cierta relación con los problemas de autoestima, ya que en muchas ocasiones se
presenta como una de las causas o se observa como síntoma.
En la autoestima influyen muchos factores desde el estilo de
crianza, el ambiente familiar, escolar, las relaciones con los grupos, la
pareja y hasta la moda, la televisión y las grandes demandas sociales”.
Para lograr una buena autoestima es importante conocernos
nosotros mismos, dedicarnos un poco de tiempo para lo que nos gusta hacer y
mantener una actitud positiva ante las adversidades que se puedan presentar.
Para concluir, la psicóloga resalta que “es de suma
importancia ejercer sus derechos, hacerse valer y respetar, así como
desarrollar sus metas y proyectos de vida, eso genera satisfacción y
autorrealización, fundamentales en una buena autoestima”.
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